jueves, abril 12, 2012

Nos faltan 36 años

Todo parece indicar que a pesar del terremoto que afectó a la Educación durante el 2011, el sistema siguió funcionando con relativa normalidad. El positivo resultado del Simce, por acotado que sea, nos da una señal de que seguimos avanzando.

En entrevista dada hoy a la Tercera TV, el coordinador general del Movimiento Ciudadano Educación 2020, Mario Waissbluth, comenzaba su conversación con la conocida estrategia de iniciar el argumento mencionando, muy al pasar y por formalidad, los aspectos positivos del tema a tratar, para luego continuar recitando las críticas al sistema. Verdadero objetivo de su relato.

El destacado dirigente indicaba, con calculadora en mano, que si seguíamos a este paso nos restaban aproximadamente 36 años para que nuestros niños lograran el nivel “esperado” de aprendizaje. Desde luego, después de enrostrar esta operación numérica, destrozó la merecida alegría que nos dio a muchos escuchar que los niños chilenos de condiciones más vulnerables habían dado un pequeño paso para mejorar la calidad de sus conocimientos.

Comunicacionalmente, para lo único que sirvió su análisis matemático fue para generar desesperanza. En lo humano, fue una tremenda bofetada al esfuerzo de las familias que, a punta de esfuerzo, viviendo con 60 mil pesos mensuales, hacinados y comiendo pan y fideos, están haciendo para que sus hijos puedan salir de la pobreza y gozar de un mejor bienestar.

Señor Waissbluth, es cierto, su brillante cifra puede ser la correcta, pero usted debe saber que hay luchas cuyos resultados no están a la vuelta de la esquina. Su padre debe haber dado peleas cuyos efectos no alcanzó a ver, pero de los que usted gozó. Es probable señor Waissbluth, que cuando nuestros niños logren calcular y comprender al nivel que todos deseamos usted esté disfrutando del descanso eterno.

Lo que le digo no amerita gran análisis, simplemente saber un poco de historia y darse cuenta que en todas partes del mundo y en todo tiempo, la educación, la pobreza o la estabilidad política no son lo mismo que pavimentar la calle del barrio y que, naturalmente, conlleva más tiempo. La lógica cortoplacista de su análisis es la que llevó a que durante 7 meses nuestros estudiantes perdieron un tiempo precioso en sus aulas.

La pelea que estamos dando como país para tener una mejor educación es compleja porque tiene connotaciones políticas y económicas y esto último, no siempre depende de la realidad local. Esto, no tiene ninguna novedad y es tan cierto como los número que usted indica.

Dada esta complejidad, debemos atesorar con mayor cuidado los pasos que demos en materia de Educación, por humildes que sean. Esta carrera que estamos dando como país tiene que llevarnos a juntar trofeos hasta alcanzar la meta; los tropiezos que nos recuerden las dificultades de la carrera deben guardarse con respeto en el baúl de los recuerdos. Ya habrá tiempo para rememorar las luchas y gritos de la calle. Pero ahora es el tiempo de seguir corriendo, juntando medallas y vista siempre al frente.

No hay comentarios.: