lunes, febrero 18, 2008

Esta no noche no sonará el 061-215482

Acabo de llamar a mi casa. Nadie contesta. Llamo al celular de mi papá y tampoco. Por un momento sentí ese vacío y soledad que todo hijo debe experimentar cuando los padres parten al encuentro con Dios. Hablo con ellos todos los días del año, en la mañana, en la tarde, en la noche, no hay hora determinada. Mi mamá recibe una llamada perdida en el teléfono y cree que soy yo, pidiéndole que me llamen. Rezagos de mi época de estudiante pobre y con pocas lucas. Pero ella igual me llama por si acaso. Mi papá me llama en las mañanas mientras trabaja y ambos me llaman tipo 9 ó 10 de la noche para ver cómo estuvo mi día. Los tres mil kilómetros que separan esta ciudad de mi querida Punta Arenas no han tenido fuerzas suficientes para aminorar la comunicación con mis viejos. Ni la edad que tengo (25 ñejejej), ni mi independencia económica, ni mis pasatiempos, ni la vorágine Santiaguina han podido con este rito familiar. Así son los buenos equipos…cuesta desintegrarlos.

A las 21.00 horas aterriza el avión que trae a mis papás a mi casa y ese vacío que por un momento sentí se acaba de transformar en un lleno total. He tratado de construir en mi guarida de Vergara 559 una pequeña Punta Arenas. Espero que a los dos supervisores que vienen volando les guste el trabajo realizado. Después de todo, a qué papá no le gusta saber cómo está viviendo su hijo.

Como pocas veces en el año, esta noche no sonará el teléfono con el 061-215482, no será necesario. Los tendré muy cerca.

1 comentario:

Unknown dijo...

Me alegro un monton qiue estes de vuelta en las pistas!

Un abrazo,
Jose