viernes, julio 18, 2008

Testigo de la última función

El silencio con el que se retiró de los escenarios se contrapone con el estruendo y los aplausos de sus cientos de admiradores a lo largo de su carrera. Y a pesar que evita hablar del tema y le molesta cuando se lo mencionan o le señalan lo mucho que lo extrañan, su aparente indiferencia no termina por convencer.

Fui testigo del momento en que descubrió su talento. Desde pequeño nos mostraba sus habilidades en las típicas reuniones de amigos del barrio. En ese momento nadie imaginó que se lo tomaría tan en serio. Y con la misma valentía con que nos compartía sus sentimientos un día se fue y aterrizó en la ciudad que lo vería crecer.

Lo perdí por un largo tiempo. Nuestros caminos se separaron, pero la vida quiso que lo volviera a encontrar al final de su carrera. Hace mucho que venía comentándome que tomaría la decisión de retirarse del espectáculo. La verdad es que no le creía. Repetía que estaba cansado, que su cuerpo ya no era el mismo, que los años pasan y se va notando, que el ambiente y las personas con las que compartía a veces dejaban mucho que desear y que ya era hora de tomar otro rumbo.

Se retira en su mejor momento. La gente lo quiso, lo admiró y sus pares lo envidiaron. Con profesionalismo logró siempre el personaje que quiso, cautivó a hombres y mujeres, deslumbró en los escenarios con su elegancia, su rostro fino y su tez morena, su altura y su cuerpo religiosamente cuidado. Su simpatía, su sonrisa, su buen gusto y sencillez, la misma que ahora le permite detenerse y seguir su vida como si todo lo vivido hubiese sido un sueño.

Me gustaba decir que venía a ver a uno de los artistas del elenco, que con él crecimos juntos, que era mi amigo. Una vez terminado el espectáculo solía compartir un trago con sus compañeros, en ese momento me acercaba, lo saludaba y me sentía como saludando al mejor artista pop de todos los tiempo, era la envidia de muchos.

Hoy su lugar lo ocupa otro artista. Realiza los mismos números, con las coreografías que él mismo creó. Pero la ausencia se nota. Será irremplazable. Con el mismo respeto y cariño que le tengo por lo que compartimos, hoy quise dedicar estas líneas a un gran artista, incógnito por opción y humilde por naturaleza.

Sé que muchos de los asistentes de viernes y sábados se estarán preguntando por él. Sé también que pensarán que pronto volverá, que se fue de vacaciones o que se dio un descanso. Sé que muchos estarán contentos por su ausencia…es un mundo competitivo y cruel. Me imagino asimismo que los dueños de los locales del rubro estarán desesperados por contratarlo. No se imaginan siquiera que no volverá. Soy un privilegiado, obtuve la exclusiva y conozco lo que pasa en su corazón.

En su casa tiene dos roperos, uno es del artista y otro del hombre corriente. He presenciado la clausura del primero de ellos. Ahora, es probable que lo veamos con barba y un cuerpo más grueso…después de todo, ya es hora de disfrutar de la vida amigo. Gracias por tu talento y espero que estas líneas no vulneren tu silencio y tranquilidad.

martes, julio 15, 2008

Responsabilidad compartida


Al recibir el apoyo y la comprensión de sus padres y del Colegio de Profesores, no debiera extrañar la actitud irrespetuosa de la escolar que arrojó un vaso de agua a la Ministra de Educación. No debiera extrañar tampoco los desórdenes y destrozos que los jóvenes dejan cada vez que convocan a una marcha. De una u otra manera sienten el respaldo de sus familias e incluso de los educadores de sus colegios y liceos. Es cierto, no son todos, pero basta que una sola autoridad legitime actos como estos para que los adolescentes se sientan autorizados, protegidos y hasta justificados.

A muchos les habrá pasado que cuando queríamos obtener el permiso para salir a una fiesta, juntarnos en la casa de un amigo o ir más allá de los límites de nuestra población, recurríamos al papá o la mamá, dependiendo de quién era más permisivo en esos aspectos. Una vez que teníamos la venia de uno de ellos, parece que teníamos la valentía de enfrentarnos hasta al mismo diablo. Después del SÍ de nuestro padre o madre, nada importaba, todo estaba permitido, todo era justo y valía la pena. Teníamos el permiso de nuestro referente, del ser perfecto, del que sólo desea lo bueno para mí. ¿Cómo entonces podríamos estar actuando mal?

No tenemos la competencia para vislumbrar la causa social o psicológica que lleva a que algunos padres y autoridades de hoy estén más recurrentes a permitir y apoyar actos de vandalismo, pero sí está claro que detrás de tanta rabia, gritos, intransigencias, intolerancia al diálogo y finalmente la pérdida de compostura expresada en la violencia, generalmente está el SÍ de una persona que es referente para los jóvenes.

Detrás del vaso de agua arrojado a la Ministra de Educación, se esconde también la falta de autoridad de personas que en algún momento de la vida de aquella niña insolente, debieron hablarle con más firmeza acerca del respeto a los mayores y que no siempre se consigue lo que se quiere. Explicarle que en la vida se ganan y se pierden discusiones y que cuando se pierden, siempre habrán métodos pacíficos para hacerse escuchar. Explicarles que durante mucho tiempo, nuestro país sufrió más de la cuenta cuando hicimos de la violencia el pan de cada día.

jueves, julio 03, 2008

Premiación al lado oscuro de la humanidad


Lo primero, hacerles una invitación. Visitar la exposición World Press Photo, muestra que reúne una selección de las mejores fotografías periodísticas del 2007 a lo largo del mundo. Esta muestra se exhibirá entre el 20 de junio y el 13 de julio, en las salas del segundo piso de la Corporación Cultural de Las Condes, en Apoquindo N°6570

Lo segundo, y a partir de esta muestra fotográfica, compartir una pequeña reflexión sobre dónde tiene puesto el ojo el periodismo de hoy. Podrán darse cuenta al visitar esta exposición que gran parte de las fotografías ganadoras en las múltiples categorías muestran escenarios tristes, violentos, deprimentes y desesperanzadores. Podrán observar imágenes de muerte, guerra, protestas, accidentes, soledad, miseria y pobreza. Es cierto, la fotografía nos muestra la realidad tal cual es y esto no admite discusión. Es la verdad que se nos presenta sin tapujos ni tabúes.

Pero atención, estas imágenes son sólo parte del mundo. Es una realidad, pero no toda la realidad. Los ojos del periodismo están en la noticia, así debe ser, es su trabajo. Y la noticia hoy es lo feo, lo raro, lo malo y lo violento. Pero también es cierto que a veces agota percibir de nuestros medios de comunicación cierta tendencia a resaltar el lado oscuro de la humanidad.

No cabe duda, vivimos tiempos complejos, a veces no nos entendemos y el periodismo está llamado a alertarnos y abrirnos los ojos para resolver los problemas. Pero también hace falta un poco de solidaridad con nuestra naturaleza humana y ayudarnos un poquito nosotros mismos. Démonos ánimo y pensemos que podemos construir un mundo mejor. Urgen fotos con vida, encuentros, juegos, celebraciones, abrazos, sueños, risas, y esperanza. Urge que el ojo del periodista amplíe su campo visual y nos muestre el mundo bueno y amable. Ésta también es una realidad y bien vale la pena un par de fotos.