jueves, diciembre 29, 2011

Por qué volvemos

Es diciembre. Un verano normal y buen tiempo en la mayor parte del país. Pantalón corto y bronceador. Sin embargo, acá estamos. Con un temporal de 137 km. por hora que nada tiene que envidiar a los vientos que pasan por Centroamérica y que son tan publicitados. Aquí, en mi tierra, resistimos sin llorar y no le ponemos nombres. Es simplemente viento.

Es cierto. No son las vacaciones de ensueño. Pero seguimos viajando cada vez que podemos, precisamente para encontrarnos con las antípodas de un verano perfecto.

Por qué lo hacemos. Sin duda para abrazar a nuestra familia. No hay duda. Pero hay algo más, que sólo los magallánicos sentimos y que sólo podemos compartir con los que hemos nacido aquí.
La verdad, es que extrañamos el viento, la nieve, el anochecer a las 23 horas. Echamos de menos calle Bories y nuestras familias tradicionales. Nos morimos por disfrutar de un buen asado al palo o los choripanes del kiosko Roca.

No lo podemos negar, nos gusta reencontrarnos con el Estrecho de Magallanes, con las banderas regionales izadas en todas partes y el acento cantado de nuestra gente.

Nos gusta saber que nuestras empresas regionales siguen vigentes, haciendo lo imposible para competir con las grandes multitiendas. Nos llena de orgullo saber que McDonald tuvo que dejar la región porque no llegamos en masa a comer sus hamburguesas.

Existe en la ciudad más austral del mundo una energía que nos ha marcado para siempre. Actúa como un imán que nos orienta hacia el sur y nos hace atravesar 3000 km como si nada. No importa el frío ni el viento, no importa el mes del año. Cada cierto tiempo volvemos para reencontrarnos y renovar nuestra identidad y sentido de pertenencia.

Estemos donde estemos siempre seremos de aquí. Siempre miraremos hacia el sur. Nuestra estrella siempre será la Cruz del Sur.

viernes, diciembre 23, 2011

Frascos de Navidad

Este año armé un arbolito de Navidad en mi corazón. Cuando desperté había muchos regalos. Empecé a abrirlos. Cada uno tenía una tarjeta con una fecha importante. Había regalos que decían enero, marzo, julio, septiembre….diciembre.

Me costó abrirlos. Estaban bien envueltos, por lo que tuve que trabajar mucho para saber qué había en su interior. Cuando vi el primero me emocioné. Eran recuerdos. Estaban en un frasco. Como olvidados. Guardados.

Eran muchos. Abrí el primero. Mis padres. La alegría de escuchar su voz todos los días y saber que podré abrazarlos pronto. Abrí otro. Mi hermano y mi cuñada. La felicidad de saber que los tengo cerca y que cuento con ellos. Luego, quise sacar uno del fondo. Eran mis amigos. Estaban todos, sus rostros, las historias compartidas, la complicidad, las risas y las tristezas. Los consejos y las llamadas de atención.

Rompí el papel de uno que estaba cerca de mí. Mi Residencia. Mi querida Rucc. Los proyectos iniciados este año, la alegría de devolver la mano. La esperanza de ayudar a mantener viva la experiencia universitaria de vivir en comunidad.

Algo me decía que tenía que ir por un regalo que estaba escondido tras el árbol. Me acerqué y lo abrí. Era mi trabajo. La satisfacción de colaborar en el servicio público y el privilegio de hacerlo en una institución que piensa en las personas más pobres.

Seguí abriendo regalos. El café del fin de semana leyendo el diario, mis partidos de tenis, el cine, los momentos de tranquilidad en mi departamento, viernes y sábados de carrete. Encuentros inesperados que te quiebran el corazón, pero que se agradecen.

Dejé de abrir regalos. Me cansé. Sin embargo pude ver una carta colgando como un chiche. La abrí y decía: “Ojalá que el próximo año te cueste menos romper el envoltorio y abrir los frascos. Estaban tan escondidos en tu corazón que casi los dejas pasar. Para la próxima Navidad tenlos más presentes, prepáralos y da gracias por ellos. Ahora, seguro que aún tienes más regalos por abrir. Vamos, continúa y verás que te han llegado regalos todo el año.

Seguí abriendo regalos. El Viejito Pascuero fue generoso conmigo este año; y eso que no le escribí ninguna carta.

Espero que los frascos de ustedes estén menos apretados que los míos. Y si lo están…ánimo, trabajen hasta ver su interior. Les aseguro que verán que el espíritu Navideño los ha acompañado todo el año, hasta en la más sencilla sonrisa de sus hijos, sus padres o amigos.

Feliz Navidad para todos.

jueves, diciembre 08, 2011

La designada para ser segunda

Sus mismos compañeros la designaron para ser segunda. Un golpe fuerte para los fanáticos de esta carismática universitaria y para todos los proyectos que el Partido Comunista tenía para ella, a partir de su triunfo en la Fech.

Podrán decir muchas cosas, pero lo concreto es que no es lo mismo ser segunda que ser primera. Es cierto, individualmente superó en votos a Gabriel Boric, pero si los estudiantes estuvieran tan convencidos de las banderas de lucha que defendió Camila, hubieran entregado su apoyo irrestricto a toda su lista.

De todas maneras, Camila sufrirá sólo un rato por esta derrota, pronto su partido encontrará la forma de levantar un monumento a su lucha, tal como lo hacen con todos sus líderes que gritan fuerte, pero que en realidad ofrecen sueños más que realidades.

Camila también será afortunada porque no recibirá de vuelta la venganza de aquellos a los que ella presentó al mundo entero como adversarios y culpables de todos los problemas de la educación. Este adversario, suele ser más respetuoso y, aunque puedan estar celebrando su derrota, harán su fiesta entre cuatro paredes, sin despertar a todos los vecinos ni dejar papeles en el piso, algo que Camila nunca hizo.

Camila, Camila. Nunca pensaste en que serías designada y menos designada para ser segunda.