Después de
escuchar al presidente Evo Morales en la 67º Asamblea General de la ONU e
insistir con la estrategia de compartir con todo el mundo un problema que es de
dos. Y luego de recordar que en un par
de meses escucharemos los alegatos de Perú y Chile en el Tribunal
de la Haya, se me viene a la mente una historia muy sencilla para representar los problemas limítrofes con nuestros vecinos.
Es como si
usted, sus padres y abuelos hubiesen vivido durante más de 100 años en
su casa actual y de pronto el vecino de al lado, aquél que reside ahí tanto
tiempo como usted, le dijera que su
patio, ése que usted ha cuidado con tanto cariño, no le pertenece, sino que es
de él. Pero por qué le dice usted, con
toda cordialidad y sin descontrolarse.
Bueno, le dice su vecino, porque resulta que hace 100 atrás era de mi
familia.
Con toda
amabilidad y tratando de mantener las buenas maneras como es su costumbre, usted
le dice con toda sensatez - pero vecino, si hay un contrato que lo estipula
claramente, firmado por sus antepasados y los míos que así lo acreditan. No, pero eso no vale de nada le dice. Seguramente lo firmaron obligados, asique su
contrato pesa menos que un candi. Con
toda sensatez usted le replica; está bien vecino, pero usted comprenderá que
nosotros no nos podemos hacer cargo de
hechos que ocurrieron hace tanto tiempo y menos cuando hay un contrato
que así lo señala.
Además
vecino, hemos vivido cerca tanto tiempo en este barrio y usted me viene con
esto ahora - sí sí, y eso me importa bien poco, le responde agitado. Y levantando la voz, su descompuesto vecino
le refrenda como gran argumento - además le digo que lo que usted creyó que era
un contrato, en realidad fue un puro acuerdo para dividir sólo por un tiempo
los primeros terrenos que habían sido entregados para ser habitados en este
sector, asique lo que usted dice que es un contrato, no lo es, sólo es algo
parecido, pero nada que ver con un contrato.
Ya cansado
de la actitud agresiva de su vecino, usted empieza a indicarle algunos argumentos de sentido común - vecino
(auque esta palabra cada vez va perdiendo más sentido para usted) un contrato es
un contrato. Acá dice
con-tra-toooooo. Dice el dominio es
de…..dice los deslindes son desde… hasta, por el precio de…en registro Nº..., ante el conservador tanto……Si esto no es un
contrato entonces qué es.
La verdad vecino me extraña que un día usted toque
respetuosamente la puerta de mi patio para entrar a mi casa y otro día quiera
entrar sin permiso. Hasta el día de ayer
todos sus actos indicaban que
sabía y respetaba mi propiedad. Juntos
hemos tratado de hacer crecer nuestro
barrio. Así lo dicen las
múltiples actuaciones jurídicas y sociales que siempre hemos realizado
juntos. Cuando hemos compartido el gasto
para pintar las murallas, para cortar el pasto, para pavimentar el pasaje, para arreglar las cañerías que
pasan bajo nuestra casas, en fin, en todo estos arreglos hemos actuado
conscientes de nuestros límites.
Por otro
lado, el resto de nuestros vecinos conocen nuestros deslindes y los respetan. Cuando vienen a mi patio, saben que están en
mi casa y no en la de usted. Cuando a los niños se les cae la pelota, tocan a
mi puerta y no en la de usted. Cuando el
jardinero viene le pago yo y no usted.
Todo ellos entienden que es así porque siempre ha sido así y porque existe un contrato que así lo estipula. Todo el
barrio reconoce que esto es mío.
Además
vecino la ley me favorece y usted mismo ha actuado conforme a ella. Cuando usted
intentó vender su propiedad el año pasado no incluyó mi patio en su oferta. Cuando vinieron del banco a tasar su casa
tampoco incluyeron mi patio. Las contribuciones
las pago por un terreno que incluye mi patio.
¿Lo ve vecino?,
Tengo varios fundamentos para decirle que está completamente equivocado. La Ley, la costumbre y los actos jurídicos y
sociales me respaldan. En ese momento
y con el rostro desfigurado, perdiendo
el control su antiguo vecino y actual oponente le dice – mire, a mí no me
importa nada, yo tengo mis propios fundamentos que no se los pienso decir ahora
porque nos veremos en tribunales.
Bueno
vecino, siento mucho que tengamos que llegar a estas instancias, pero si eso es
lo que usted quiere, así será. De todas
maneras, espero que mantengamos nuestras buenas relaciones - no sé, depende de
usted - le responde su ofuscado antiguo vecino.
Y como si
fuera poco, antes de retirarse le dice - le advierto que recorreré todas las
juntas de vecinos para contarles a todos que usted vive en mi propiedad
injustamente y que me la arrebató un día de forma ilegítima. Verá usted que le pondré tanta presión que no
le quedará otra que darme su patio.
Bueno
vecino, haga lo que quiera. Espero que
luego de este problema podamos volver a hacer los amigos que éramos antes.
Luego de
este mal rato usted entra y conversa con su familia - miren chicos, tenemos un problema. Es probable
que tengamos que gastar un poco de dinero y tiempo en un proceso legal. Lo siento de verdad porque era dinero que
teníamos para otros proyectos, mucho más importantes, pero aclarar esto es
fundamental para vivir tranquilos. Tenemos
todos los fundamentos para ganar, pero ustedes saben cómo están los tribunales
ahora. Más que proteger al que tiene la
razón, prefieren mantener la buena convivencia y dar una ayudadita al
débil. Es probable que perdamos una
parte del patio. Asique preparémonos. Todo sea por mantener las buenas relaciones y
seguir viviendo en paz.
En su
interior usted sabe que tendrá que vivir al lado de su vecino por muchos años
más. Sabe que no son malas personas, pero
funcionan con otros códigos de conducta que por momentos son difíciles de
entender. Pero bueno, usted viene de una
familia tradicional, esforzada y trabajadora que sólo quiere lo mejor para sus
hijos y entiende que a veces, para mantener la buena convivencia, son
necesarios ciertos sacrificios