lunes, febrero 21, 2011

Mil Avemarías y 5 mil Padrenuestro.

El señor Karadima ha sido condenado por tres delitos, pero claramente el más grave dice relación con el abuso de menores. Este es un hecho que no tiene justificación y cuyas consecuencias van más allá de los querellantes.

En este triste episodio que atormenta a mi Iglesia hay víctimas directas, con nombre y apellido y, se sospecha, que hay otros tantos que nunca contarán su verdad. Pero también hay otras víctimas anónimas que si bien no han sufrido las consecuencias de la debilidad del cura Karadima, sí han sufrido una herida profunda en sus corazones y en su fe.

Esta inmensa comunidad de jóvenes, adultos y ancianos católicos han sido torturados en su alma, debiendo escuchar día a día una verdad que ensucia y agrede la institución que siempre los ha acogido y debiendo además soportar el gozo de quienes tanto disfrutan con las debilidades de la Iglesia.

Qué le decimos ahora a la abuela que domingo a domingo, fielmente concurría a la Iglesia para escuchar la prédica de Karadima. Cómo hacemos para que esta señora que vive sus últimos años, no sienta que vivió siempre engañada por los sacerdotes en quien confió sus debilidades, alegrías y enfermedades.

Qué les decimos a los adultos, padres y madres, que con esfuerzos sobrehumanos tratan de enseñar a sus hijos los más nobles principios cristianos. Ahora que ellos mismos ven tambalear sus confianzas, qué herramientas les damos para perseverar en esta misión.

Qué les decimos a los jóvenes, con qué credibilidad nos paramos frente a ellos para invitarlos a vivir en comunidad, para decirles que la Iglesia es más que un montón de lindos edificios históricos, lleno de reliquias y santos. Cómo defendemos frente a ellos a nuestros curas y monjas.

El señor Karadima se retirará a orar para reconciliarse con él mismo y tratar de morir en paz. Seguramente lo hará a algún apacible lugar en Chile o algún soñado monasterio europeo. Mientras realiza su terapia, nos deja un montón de huérfanos en la fe buscando un sentido de transcendencia en otras religiones o aprovechando de dar un paseo por el yoga, tai- chi o Reiki.

Este es el delito que no se castiga en ningún código canónico. Porque con todo lo que ayudó a la Iglesia en sus mejores años como párroco de El Bosque, no le alcanza para pagar el daño que nos ha causado y ni siquiera le alcanzarìa rezando mil Avemaría y 5 mil Padrenuestro.








miércoles, febrero 16, 2011

Lágrimas que dicen todo

No soy futbolero, pero sí admirado a los buenos deportistas, en especial, a aquellos que ponen el corazón y el alma para entrenar y ser los mejores. Pero sobre todo, admiro a los que habiéndose destacado entre sus pares, siempre fueron humildes y transmitieron cercanía a sus seguidores.

Creo que éste es el caso de Ronaldo, quien a pesar de no estar ajeno a las polémicas de un personaje de su popularidad, no tuvo problemas en disculparse cuando fue necesario y siempre tuvo buena disposición para una entrevista, un autógrafo y frente a una crítica.


Las lágrimas de Ronaldo al despedirse del fútbol hablan por sí solas. Un hombre que llora ante el mundo, es un hombre al que se le puede creer. Es un hombre que no necesita decir nada para transmitir lo que le pasa. Pero sobre todo, en el caso de este notable futbolista, sus lágrimas dejan claro que el cariño que Brasil y el mundo entero le entregaron fueron parte importante de la energía que le permitió llegar a la cima del fútbol mundial.


Me hubiese gustado que Marcelo Ríos a lo largo de su carrera hubiese demostrado algo más de empatía con su público y con el mundo que lo aplaudía. Me hubiese gustado comprobar que era capaz de llorar al igual como lo hizo cuando tocaron su sensible corazón de adolescente con una pregunta sobre su relación de pareja.


Me gustaría pensar que a Ríos le dolió alejarse de su gente, de las canchas y de los triunfos. Pero no fue así. Con todo lo que me gusta el tenis y admiré al Chino, me atrevería a decir que su infinita incapacidad para sintonizar con otras sensibilidades que no sean las de él mismo o las de su familia, jamás hubiesen permitido deslizar siquiera una lágrima por su mejilla.


Hoy miro con envidia a los Brasileros, porque en las lágrimas de Ronaldo, se puede distinguir claramente a un deportista que jugó siempre con su gente en el corazón y esto, para un humilde deportista como yo, es el mejor regalo que estos deportistas de elite nos pueden entregar.

lunes, febrero 14, 2011

La vida no invita a todos a las mismas fiestas

La noticia del triunfo de la película chilena “La vida de los peces” en los Premios Goya nos llega justo para el 14 de febrero, fecha donde ponemos al amor de pareja como el tema central de la celebración.

Aquellos que tuvieron la oportunidad de verla dirán que esto es falso porque la nostalgia, la desilución y las despedidas llenan todos los espacios de la cinta. Pero también es cierto que hablar de amor, es hablar de un sentimiento que la mayoría de las veces nos domina y nos guarda sorpresas y pruebas.

El recorrido que hace el protagonista por la casa donde se festeja el cumpleaños de uno de sus mejores amigos resulta para él una procesión lenta, sufrida y descarnada al recordar todo lo que tuvo y darse cuenta de lo que perdió.

"La vida de los peces" es un homenaje al amor en su dimensión más cruda, pero no por eso menos apasionada. Es un relato que nos conmueve con encuentros y desencuentros, fidelidades , debilidades, diálogos y silencios.

Es un reconocimiento al momento íntimo y culposo de aquel que tuvo que abandonar a su pareja, a sus amigos y los lugares más importantes de su vida. Es un homenaje también a los que no supieron leer el mensaje entre líneas, a los que no llegaron a tiempo a una cita o no dijeron la palabra clave que la otra persona esperaba.

De una u otra forma, Santiago Cabrera, protagonista de la película, llega a una celebración donde en realidad no estaba invitado, en la cual no tiene nada que festejar.

En el día de los enamorados, a muchos les sucederá lo mismo que a Santiago Cabrera. Se sentirán ajenos, rodeados de gente, pero ajenos. Lo cierto es que la vida no invita a todos a las mismas fiestas y siempre habrá personas que vivirán con nostalgia aquellos días en que el resto del mundo celebra y comparte.


martes, febrero 08, 2011

Gracias por dejarnos en libertad señor Bielsa


Todos hemos tenido alguna vez una relación tormentosa, de ésas que nos alimentan el corazón, pero que también nos van matando un poco cada día. Es la etapa en que ambos saben que a pesar de hacer todo el esfuerzo para volver a tener un proyecto en común, ya nada será igual

Estos episodios están precedidos de acercamientos, conversaciones, nuevos tratos, cesiones, nuevas condiciones, plazos, espacios y privilegios. Pero aún así, no se puede lograr prender la energía que en algún momento iluminó el mismo camino.

En estas relaciones suele suceder que una de las partes no logra desprenderse del vínculo. Los recuerdos del sueño vivido, la nostalgia, el temor a la soledad y el miedo a no encontrar a alguien que llene el espacio vacío, lo vuelven una persona irracional. Con la voluntad apagada y su corazón gastando los últimos cartuchos de amor, esta persona logra prolongar la herida y el dolor de ambos. La otra parte no logra entenderlo y cae en la engañosa red de esperanzas que le ofrecen.

Esta es la relación que teníamos con Marcelo Bielsa. Quizás el amor más apasionado que ha tenido Chile en materia futbolística. Fue una relación que mientras duró, brilló como el sol, pero cuando se enredó, salpicó de incertidumbre y dolor.

Con todo lo hábil, calculador y estoico que parecía, Bielsa también cedió a la tentación del amor que intenta volver a empezar. Sus lágrimas delataron que en esta relación él era el que no se atrevía a dar el paso final que permitiera a todos los chilenos descansar de sus escenas retadoras y misteriosas que no aclaraban su decisión final.

Gracias por dejarnos en libertad señor Bielsa. El fútbol chileno quiere volver a enamorarse, llenar el espacio vacío y volver a encender la llama del amor para retomar el camino de la victoria. Estamos seguros que usted también encontrará un nuevo amor en el cariño de otra nación que deambule sola en busca de su técnico amado. Estamos seguros que pronto lo veremos llevar a un pueblo hasta la cima del fútbol internacional; mientras usa sus encantos para ganarse los aplausos de la gente aunque diga las aberraciones más grandes o insulte a las autoridades de la nación que lo acoge.