Ofendidos
por el video blasfemo publicado contra la sagrada Michelle Bachelet, un grupo
de democratacristianos ha pedido las penas del infierno para los diputados que
han osado bajar de los altares a su salvadora.
Este
juego está bien para los juveniles diputados DC que tienen aún mucho que
aprender sobre la alta política y que deben sentirse huérfanos de un partido
que fue, pero que ya no es. Este show
está bien para los cachorros, pero no para los perros viejos.
El
ex presidente Eduardo Frei ha señalado que no concurrirá a la cuenta pública
del 21 de mayo debido al “montaje” contra la ex mandataria. Esta es una actitud que no le asienta a
quien fuera jefe de Estado, de quien se espera una mirada más republicana y la
ponderación necesaria para dar a ciertos hechos políticos la importancia que
verdaderamente tienen.
El
triste espectáculo que esta semana dieron algunos parlamentarios DC, comenzando
por Frei, al defender a la ex presidenta, habla de un partido que ya no tiene vergüenza
ni dignidad.
Las
puertas se le cierran a la DC. La izquierda
ya no la quiere. Y en lenguaje político
le han dicho en su cara que ya no la necesitan porque ha llegado el momento de formar un frente de izquierda. Desde el PPD, el PR y el PC se escuchan los
vítores: ¡Ahora podremos ser lo que siempre quisimos ser! ¡Por fin nos
quitaremos a estos cartuchos de encima para representar lo que verdaderamente
somos!
La
izquierda sabe que tiene a la DC a sus pies.
Sus pobres y jovencillos candidatos presidenciales no serán rivales para
la santa de Nueva York; si ésta decide descender de su nube celestial. La penosa posición de la DC ha obligado a su
viejo zorro y su manada a defender al sector que por años ha venido opacando
sus principios y valores, relevándolos a un lugar secundario.
Sin
embargo, la estrategia de Frei tiene algo de conmovedor. Tal como el padre anciano desea asegurar un
buen futuro a sus hijos, así también el senador apuesta a que este gesto de
apoyo sirva para que sus chiquillos tengan un puestito en un eventual gobierno
de la santa.
Es verdad…. los padres hacen cualquier cosas
por sus hijos, incluso pedir limosna.