miércoles, abril 25, 2012

Cuidado con despreciar a los amigos


Cuidado muchachos. Se están quedando sin amigos y a los pocos que le van quedando le hacen un desprecio.  

Los estudiantes, ávidos de luchas ideológicas, protestas y actos de sublevación contra la autoridad, deben estar preocupados.  ¿Por dónde nos vamos? ¿Qué tema reventamos para golpear al Gobierno y la clase política?  ¿Qué diablos hacemos para no desinflarnos?

Preguntas que deben estar haciéndose los líderes del movimiento estudiantil para justificar sus votos.  Votos que, desde luego, les fueron dados para marchar y no para estudiar.  Porque al final de sus mandatos serán evaluados no por las reformas pro calidad que hayan implementando, sino por la cantidad de marchas convocadas.

El desprecio que hicieron hoy a los máximos dirigentes de la CUT y del Colegio de Profesores, en la conferencia a la que habían llamado en la sede de la Central Unitaria de Trabajadores, denota claramente que la brújula de los estudiantes este año está desorientada, más aún, luego del anuncio del Gobierno en materia de créditos y becas, lucha que los estudiantes jamás pensaron ganar tan rápido y pretexto fundamental para continuar perdiendo clases.

Es cierto, Jaime Gajardo, presidente del Colegio de Profesores y Arturo Martínez de la CUT, quisieron pasarse de listos y aprovechar el revuelo mediático que producen los chicos.  Es verdad, no son dirigentes de los cuales el mundo sindical y, en general, el chileno medio se sienta orgulloso, pero a la hora de comenzar una batalla, aunque sea de ideales, uno debe analizar quién es su amigo y a éste se le debe cuidar para asegurar su apoyo en el momento de los “kiubo”.

La ciudadanía ya dejó plantados a los estudiantes el sábado pasado en el Parque Almagro, cuando los “estudiantes unidos” convocaron a un acto cultural por la educación, evento al que sólo llegaron 1500 personas.  Ahora, los chiquillos se dan el lujo de despreciar a estos estandartes del sindicalismo.  Ya no quieren más fotos con ellos.  Saben que la ciudadanía no ve con buenos ojos a estos dirigentes porque han sido siempre parte del problema y no de la solución.  

No saben que en general, sus propias bases, tampoco quieren fotos en ellos.  El estudiante razonable ya entendió que dejó instalado su mensaje y que ya está viendo los resultados.  El Gobierno los  escuchó y se está actuando con rapidez.

Muchachos, ya basta. Estamos cansados de sus desórdenes y gritos.  Su flojera y sueños desbordados.

Los invito a jugar el juego de la ciudad de Castro.  Allí, las bases hablaron y le dieron un tremendo portazo al grupo de arquitectos, urbanistas, ecologistas, ambientalistas y políticos que querían destrozar su mall.  Las bases hablaron y les dijeron: “váyanse con sus idealismos a molestar a otra parte…aquí el mall se queda porque nos sirve”.

¿Qué le diría el estudiante medio a la Confech en las urnas?   ¿De qué modo hablaría el joven tranquilo y calladito del liceo del barrio;  el universitario de provincia que con esfuerzo llega a Santiago para estudiar?  No quiero ni pensarlo.  Seguro que Camila, Boris y compañía tendrían que pescar sus cuadernos y ponerse a estudiar. Qué lata no chiquillos.

martes, abril 17, 2012

"Por qué no te callas" Cristina

Recuerdo con mucho placer aquel día en que el rey Juan Carlos “Tarzán” de España, cansado de la retórica aguachenta y venenosa del presidente Hugo Chávez, le gritó en su cara un “por qué no te callas”.

Corría el año 2007 y se realizaba en Chile la XVII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, cita que quedará en el recuerdo de tantos y tantos mandatarios que se vieron representados por un rey que dista mucho de ser un mero adorno constitucional.

Por estos días, el rey Juan Carlos nos demuestra nuevamente que es un tipo de mucho coraje. El setentero monarca andaba nada más y nada menos que cazando. Y no precisamente conejos. No señores, el rey andaba cazando elefantes en Botswana. No en los novelescos bosques europeos, sino que en la selva africana.

Hoy los españoles nos vuelven a sorprender. Esta vez el “por qué no te callas” se lo envían a la presidenta de Argentina, que si bien no cacarea tanto como su colega del norte, sí nos sorprende con leyes y decretos que irrumpen igual de fuerte en nuestros oídos por su falta de respeto a los acuerdos y reglas del derecho internacional

Al igual como lo hizo con nuestro país el año 2007, cuando nos cortó el suministro de gas, quebrantando un contrato que exigía su distribución por más años, en esta oportunidad la Presidenta Argentina rompe y bota a la basura un pacto verbal con España para solucionar sus diferencias respecto a la empresa YPF y evitar la expropiación.

Y Chile?, qué ha dicho Chile?, pues que estudiará en qué medida nos perjudica la expropiación para luego señalar su postura oficial. Pero no nos engañemos. Difícilmente el Presidente Piñera hará algo distinto a lo que hizo Bachelet en su momento. Simplemente volverá a poner la hermandad antes que todo, evitando roces que perjudiquen la relación con un vecino al que inevitablemente tenemos que mirarle la cara siempre.

Promovemos una hermandad que siempre juega en contra de nuestros intereses. Para nuestros amigos de al lado y de arriba, no hay tratados ni hay contratos. No hay normas internacionales y no hay reciprocidad. Ellos son los pobres, los atropellados, los buenos. Nosotros los malos vecinos y frente a esto siempre tendremos que permanecer callados y respetuosos. En esto, nuestros padres de la patria nos heredaron demasiada diplomacia y buena educación y no nos enseñaron cómo enfrentar la política de los resentidos y culebreros.

Es cierto. El Rey Juan Carlos andaba portándose mal allá en la selva y parece que no andaba solito, sino que muy bien acompañado. Más encima andaba matando animalitos. Sin embargo, hoy por hoy, y aprovechando su visita a África, me encantaría que se subiera a un árbol, muy al estilo de Tarzán, cuchillo en la cintura, mano firme en una liana y gritara un oh oh ohohohohoh ¡“por qué no te callas Cristina!!!!!

jueves, abril 12, 2012

Nos faltan 36 años

Todo parece indicar que a pesar del terremoto que afectó a la Educación durante el 2011, el sistema siguió funcionando con relativa normalidad. El positivo resultado del Simce, por acotado que sea, nos da una señal de que seguimos avanzando.

En entrevista dada hoy a la Tercera TV, el coordinador general del Movimiento Ciudadano Educación 2020, Mario Waissbluth, comenzaba su conversación con la conocida estrategia de iniciar el argumento mencionando, muy al pasar y por formalidad, los aspectos positivos del tema a tratar, para luego continuar recitando las críticas al sistema. Verdadero objetivo de su relato.

El destacado dirigente indicaba, con calculadora en mano, que si seguíamos a este paso nos restaban aproximadamente 36 años para que nuestros niños lograran el nivel “esperado” de aprendizaje. Desde luego, después de enrostrar esta operación numérica, destrozó la merecida alegría que nos dio a muchos escuchar que los niños chilenos de condiciones más vulnerables habían dado un pequeño paso para mejorar la calidad de sus conocimientos.

Comunicacionalmente, para lo único que sirvió su análisis matemático fue para generar desesperanza. En lo humano, fue una tremenda bofetada al esfuerzo de las familias que, a punta de esfuerzo, viviendo con 60 mil pesos mensuales, hacinados y comiendo pan y fideos, están haciendo para que sus hijos puedan salir de la pobreza y gozar de un mejor bienestar.

Señor Waissbluth, es cierto, su brillante cifra puede ser la correcta, pero usted debe saber que hay luchas cuyos resultados no están a la vuelta de la esquina. Su padre debe haber dado peleas cuyos efectos no alcanzó a ver, pero de los que usted gozó. Es probable señor Waissbluth, que cuando nuestros niños logren calcular y comprender al nivel que todos deseamos usted esté disfrutando del descanso eterno.

Lo que le digo no amerita gran análisis, simplemente saber un poco de historia y darse cuenta que en todas partes del mundo y en todo tiempo, la educación, la pobreza o la estabilidad política no son lo mismo que pavimentar la calle del barrio y que, naturalmente, conlleva más tiempo. La lógica cortoplacista de su análisis es la que llevó a que durante 7 meses nuestros estudiantes perdieron un tiempo precioso en sus aulas.

La pelea que estamos dando como país para tener una mejor educación es compleja porque tiene connotaciones políticas y económicas y esto último, no siempre depende de la realidad local. Esto, no tiene ninguna novedad y es tan cierto como los número que usted indica.

Dada esta complejidad, debemos atesorar con mayor cuidado los pasos que demos en materia de Educación, por humildes que sean. Esta carrera que estamos dando como país tiene que llevarnos a juntar trofeos hasta alcanzar la meta; los tropiezos que nos recuerden las dificultades de la carrera deben guardarse con respeto en el baúl de los recuerdos. Ya habrá tiempo para rememorar las luchas y gritos de la calle. Pero ahora es el tiempo de seguir corriendo, juntando medallas y vista siempre al frente.