domingo, septiembre 30, 2012

Una sencilla historia de un vecino de buena voluntad




Después de escuchar al presidente Evo Morales en la 67º Asamblea General de la ONU e insistir con la estrategia de compartir con todo el mundo un problema que es de dos.  Y luego de recordar que en un par de meses escucharemos los alegatos de Perú y Chile en el Tribunal de la Haya, se me viene a la mente una historia muy sencilla para representar los problemas limítrofes con nuestros vecinos.

Es como si usted, sus padres y abuelos hubiesen vivido durante más de 100 años en su casa actual y de pronto el vecino de al lado, aquél que reside ahí tanto tiempo como usted,  le dijera que su patio, ése que usted ha cuidado con tanto cariño, no le pertenece, sino que es de él.  Pero por qué le dice usted, con toda cordialidad y sin descontrolarse.  Bueno, le dice su vecino, porque resulta que hace 100 atrás era de mi familia.

Con toda amabilidad y tratando de mantener las buenas maneras como es su costumbre, usted le dice con toda sensatez - pero vecino, si hay un contrato que lo estipula claramente, firmado por sus antepasados y los míos que así lo acreditan.  No, pero eso no vale de nada le dice.  Seguramente lo firmaron obligados, asique su contrato pesa menos que un candi.  Con toda sensatez usted le replica; está bien vecino, pero usted comprenderá que nosotros no nos podemos hacer cargo de  hechos que ocurrieron hace tanto tiempo y menos cuando hay un contrato que así lo señala.

Además vecino, hemos vivido cerca tanto tiempo en este barrio y usted me viene con esto ahora - sí sí, y eso me importa bien poco, le responde agitado.  Y levantando la voz, su descompuesto vecino le refrenda como gran argumento - además le digo que lo que usted creyó que era un contrato, en realidad fue un puro acuerdo para dividir sólo por un tiempo los primeros terrenos que habían sido entregados para ser habitados en este sector, asique lo que usted dice que es un contrato, no lo es, sólo es algo parecido, pero nada que ver con un contrato.

Ya cansado de la actitud agresiva de su vecino, usted empieza a indicarle algunos argumentos de sentido común - vecino (auque esta palabra cada vez va perdiendo más sentido para usted) un contrato es un contrato.  Acá dice con-tra-toooooo.  Dice el dominio es de…..dice los deslindes son desde… hasta, por el precio de…en registro Nº...,  ante el conservador tanto……Si esto no es un contrato entonces qué es.

La verdad vecino me extraña que un día usted toque respetuosamente la puerta de mi patio para entrar a mi casa y otro día quiera entrar sin permiso.  Hasta el día de ayer  todos sus actos indicaban que sabía y respetaba mi propiedad.  Juntos hemos tratado de hacer crecer nuestro  barrio.  Así lo dicen las múltiples actuaciones jurídicas y sociales que siempre hemos realizado juntos.  Cuando hemos compartido el gasto para pintar las murallas, para cortar el pasto, para pavimentar el pasaje, para arreglar las cañerías que pasan bajo nuestra casas, en fin, en todo estos arreglos hemos actuado conscientes de nuestros límites.

Por otro lado, el resto de nuestros vecinos conocen nuestros deslindes y los respetan.  Cuando vienen a mi patio, saben que están en mi casa y no en la de usted. Cuando a los niños se les cae la pelota, tocan a mi puerta y no en la de usted.  Cuando el jardinero viene le pago yo y no usted.  Todo ellos entienden que es así porque siempre ha sido así y porque existe un contrato que así lo estipula.  Todo el barrio reconoce que esto es mío.

Además vecino la ley me favorece y usted mismo ha actuado conforme a ella.  Cuando usted intentó vender su propiedad el año pasado no incluyó mi patio en su oferta.  Cuando vinieron del banco a tasar su casa tampoco incluyeron mi patio.  Las contribuciones las pago por un terreno que incluye mi patio. 

¿Lo ve vecino?, Tengo varios fundamentos para decirle que está completamente equivocado.  La Ley, la costumbre y los actos jurídicos y sociales me respaldan.  En ese momento y  con el rostro desfigurado, perdiendo el control su antiguo vecino y actual oponente le dice – mire, a mí no me importa nada, yo tengo mis propios fundamentos que no se los pienso decir ahora porque nos veremos en tribunales.

Bueno vecino, siento mucho que tengamos que llegar a estas instancias, pero si eso es lo que usted quiere, así será. De todas maneras, espero que mantengamos nuestras buenas relaciones - no sé, depende de usted - le responde su ofuscado antiguo vecino.

Y como si fuera poco, antes de retirarse le dice - le advierto que recorreré todas las juntas de vecinos para contarles a todos que usted vive en mi propiedad injustamente y que me la arrebató un día de forma ilegítima.  Verá usted que le pondré tanta presión que no le quedará otra que darme su patio.

Bueno vecino, haga lo que quiera.  Espero que luego de este problema podamos volver a hacer los amigos que éramos antes.

Luego de este mal rato usted entra y conversa con su familia - miren chicos, tenemos un problema. Es probable que tengamos que gastar un poco de dinero y tiempo en un proceso legal.  Lo siento de verdad porque era dinero que teníamos para otros proyectos, mucho más importantes, pero aclarar esto es fundamental para vivir tranquilos.  Tenemos todos los fundamentos para ganar, pero ustedes saben cómo están los tribunales ahora.  Más que proteger al que tiene la razón, prefieren mantener la buena convivencia y dar una ayudadita al débil.  Es probable que perdamos una parte del patio.  Asique preparémonos.  Todo sea por mantener las buenas relaciones y seguir viviendo en paz.

En su interior usted sabe que tendrá que vivir al lado de su vecino por muchos años más.  Sabe que no son malas personas, pero funcionan con otros códigos de conducta que por momentos son difíciles de entender.  Pero bueno, usted viene de una familia tradicional, esforzada y trabajadora que sólo quiere lo mejor para sus hijos y entiende que a veces, para mantener la buena convivencia, son necesarios ciertos sacrificios


miércoles, septiembre 19, 2012

La verdadera fuerza del Gobierno




Tienen carácter y muchas veces se salen del libreto.   A veces son incontrolables y el Jefe ha tenido que llamarlos a terreno en varios ocasiones.   No titubean si tienen que criticar a los jueces o enfrentarse con los empresarios y son valientes a la hora de defender los logros del Gobierno.

Así es el Team Presidencial.   Intenso y a ratos poco llanos a seguir las reglas tradicionales de la política nacional.  Y con todo lo irreverentes que a veces parecieran ser…son apreciados y respetados.

Me atrevo a pronosticar que éste es el Gabinete que dará el triunfo a la alianza en la próxima elección presidencial y aunque  próximamente varios inicien sus carreras parlamentarias o presidenciales, sus liderazgos y el trabajo realizado en sus ministerios darán la fuerza suficiente para entregar a la derecha las riendas por un  período más.

Durante  sus 20 años en La Moneda ningún gabinete de la Concertación tuvo entre sus filas a tantos ministros que recibieran un apoyo tan favorable en las encuestas.  Actualmente, diez de los ministros tienen sobre el 50% de aprobación y 5 de ellos supera el 70%.  En otras palabras,  la gente reconoce que la gestión que realizan en sus carteras es muy positiva más allá que no simpaticen mucho con el Presidente.

Esta sintonía que los ministros han alcanzado con los ciudadanos  permitirá a los postulantes a alcaldes y parlamentarios fortalecer la representación de la Alianza a partir del 2014.   Hacer bien el trabajo será para este  Gobierno su gran campaña electoral, de ahí que los presidenciables no requieran anticipar su salida del Gabinete.

Los chilenos podrán parecer indiferentes frente a la política, pero la verdad es que siguen muy de cerca la contingencia, reflexionando muy a conciencia cada una de la acciones de sus líderes.  Así sucedió con el 80% de aprobación de la presidenta Bachelet.  Los ciudadanos entendieron que una cosa es la simpatía y otra la gestión.  

Este Gabinete forzará a los ciudadanos a hacer nuevamente este ejercicio y creo que nuevamente se inclinarán por privilegiar la gestión, solo que en este caso el Gobierno de turno será el que recibirá los réditos.


lunes, septiembre 03, 2012

Ya es momento de oprimir Off


Si siguiéramos la lógica del programa de TVN “Medium” podríamos decir con certeza que el espíritu de Felipe Camiroaga y el resto de los tripulantes del Casa 212 aún siguen entre nosotros.


Los constantes recuerdos en revistas, diarios y televisión no los dejan  descansar.  Se descubren nuevas entrevistas, los errores en el vuelo y se develan responsabilidades En definitiva,  hemos encadenado las almas de estos chilenos a un lugar donde ya no pertenecen. 

Qué creen ustedes que diría nuestro buen Felipe a los chilenos si Sebastián Lía (conductor de Medium) lograra comunicarse con él.  No me cabe duda que pediría que sigamos nuestras vidas lo mejor posible y que dejemos que los “muertos entierren a los muertos”.

En este contexto, sería bueno seguir el consejo del alcalde de Juan Fernández, Leopoldo González, quien casi rogando a los medios dijo: "Queremos cerrar un ciclo, no podemos recordar eternamente a estas personas". 

Los chilenos somos rewenos para los lutos y funerales.  Nos encanta sentirnos protagonistas de dramas e injusticias que jamás desaparecerán.  Nos gustan los mártires y santificar rápidamente al primer hombre público que pasa a mejor vida, aunque en realidad de santo haya tenido muy poco y, más bien, haya sido un hombre común y corriente.

Se cumplió un año de la tragedia de Juan Fernández.  No seamos egoístas y dejemos descansar a los que ya no están.  En el caso de Felipe, sería aconsejable que tomásemos el control remoto y oprimamos Off.  Ya es momento que se apaguen las luces del set, tome su auto y tome el rumbo del descanso eterno.

sábado, agosto 18, 2012

¿Qué tipo de hijo nos está dejando?


Como sucede en muchos aspectos en la formación de un joven, la actitud de los padres frente a la vida repercute directamente en la manera como los hijos se enfrentan a la sociedad.

En este tema yo diría que hay dos caminos que son importantes diferenciar: el que entrega libertad y el que condena al resentimiento.  El primero, implica enseñar a los hijos que a las personas e instituciones se les trata con respeto, aunque no estemos de acuerdo con lo que piensan o hacen.  La crítica se podrá expresar de manera clara y firme, pero sin violencia.  Esta opción permite que los hijos no se cierren en absolutos llenos de prejuicios y les dará la posibilidad en el futuro de formar sus propias opiniones.

La segunda opción, la del resentimiento, rodea a los hijos de una camisa de fuerza de la que difícilmente podrán salir.  Los encierra en prejuicios y nebulosas que les impedirán ver la realidad aunque ésta les toque la punta de la nariz.  Esta es la educación basada en constantes descalificaciones, envidias, culpas, baja autoestima, violencia y la certeza que la responsabilidad siempre la tiene otro.

Que un papá o una mamá, diga que todos los jueces son corruptos o que todos los políticos son unos sinverguenzas.  Que todos los curas son pedófilos, los pacos asesinos, los profesores ineptos, los empresarios aprovechadores y  los pobres ladrones, todo esto no es indiferente para los hijos.  De una u otra manera, su referente de vida les transmite mensajes que van guardando consciente o inconscientemente y que el día de mañana activará en ellos ciertas actitudes.

Cuando pequeño mi familia nunca habló mal de las fuerzas armadas, ni de la iglesia y mucho menos de los políticos. Esto no impedía que en algunos casos la crítica fuera severa, pero respetuosa, lo que me permitió distinguir caso a caso y juzgar en su mérito a las personas.  Pero lo más importante de todo,  me permitió juzgar por mí mismo los hechos, sin ataduras ni prejuicios.

Esto jamás será posible para un joven enredado entre la rabia y resentimiento de sus padres.  Aunque las personas e instituciones cambien, para él siempre serán la personificación de la maldad y la explotación.  Aunque pidan perdón, nunca será suficiente. Aunque sus demandas sean escuchadas él siempre encontrará un pero para que la lucha no se acabe.  Ese joven creció esclavizado por la intolerancia e irreverencia de sus padres.

Que no nos extrañe que en la última encuesta del Injuv la mayoría de nuestros jóvenes haya expresado que no saben ni siquiera cómo elegimos al presidente y que no les interesa  participar en las próximas elecciones.  Sus chips ya vienen con la memoria llena y fue programada por sus progenitores.

Usted papá, usted mamá, que tiene hijos pequeños y que está empezando a educarlos,  no los esclavice, no les regale odio ni resentimiento.  No les pido que le mientan, sólo que le hablen con respeto de los demás.  No ayude a crear personas encapuchadas ni tercas…más bien ayúdenos a tener jóvenes valientes, pero sensatos.






martes, julio 31, 2012

Pilar no te hagas la sorda


El diario La Segunda publicó ayer una entrevista donde Pilar Sordo expresaba su desconcierto por el alto número de chilenos que se considera felices o satisfechos con sus vidas según la última encuesta Casen.

Es natural. Esta respuesta no le favorece. Ella genera utilidades gracias a la desesperación que provoca en las personas  el inmovilismo, las pocas expectativas de progreso material, el resentimiento y la baja autoestima. 


Esta connotada profesional expresa que los chilenos estaríamos siendo inconsecuentes porque nuestros rostros lo único que expresan es agobio, rabia y malestar.  Para qué decir de nuestro trato a través de twitter o facebook, señala, donde vomitamos toda nuestra rabia y envidia.  Aquí Pilar se anota un punto.  La sonrisa no es algo que nos caracterice y nuestro trato deja harto que desear.  Pero nuestro lenguaje y nuestro semblante no tienen por qué representar las 24 horas del día nuestro estado y percepción general de la vida.

Lo cierto, es que mientras más felices somos, menos clientes tiene y mientras más satisfechos nos sentimos, menos teorías para vender.  


La encuesta  Casen encendió una luz de alerta a los pesimistas que gozan y lucran con el malestar colectivo.  Sus clientes están saliendo del hoyo de la desesperanza y estan viendo una luz al final del camino, y esto,  gracias a su propio esfuerzo.
 
Esta tendencia de los chilenos no nos debiera sorprender.  No se trata que todos estemos viviendo en un país de ensueño, haciendo oídos sordos de nuestras carencias sociales y materiales.  Pero como nación, estamos sintiendo que si todos remamos hacia un mismo lado, es posible que hasta el chorreo sea con nosotros mucho más generoso.

La respuesta positiva de los chilenos dice relación con expectativas, con sueños y sensibilidades, aquellas que nos dicen que parece que vamos por un buen camino.  Este es un tema que estos profesionales conocen muy bien, pero que no les resulta rentable. 

Imagínense el libro de Pilar Sordo titulado “Bienvenido Dolor”.  ¿Creen ustedes que la Casen le vino bien?
 

viernes, julio 06, 2012

Enemigo íntimo


Entre toda la desilusión y tristeza que provoca el caso de Cristián Precht es posible distinguir algunas luces de humanidad.


La Iglesia Católica chilena está cumpliendo a cabalidad su compromiso de transparentar los casos de abusos sexuales, sin importar el prestigio o renombre de los autores implicados. 


Pero no nos equivoquemos.  Aunque los obispos e investigadores estén demostrando una frialdad increíble al dar nombres y reconocer culpabilidad, lo cierto es que con cada acusación o sospecha que se levanta nuestra Iglesia se resiente y nuestros religiosos sufren el dolor de una herida que llevarán hasta sus últimos días.


Los religiosos suelen compartir muchos años de sus vidas.  Años de formación fuera de sus hogares, el desapego  de sus familias y las dudas propias de la juventud.   Una vez destinados, muchos de ellos no se ven más, pero otros mantienen sus lazos e ingresan juntos al mundo de las parroquias, los colegios, el apoyo al mundo sindical y universitario o a la jerarquía de la Iglesia y, si el destino así lo quiere, muchos incluso morirán juntos por causas revolucionarias, el hambre o la misión evangelizadora en lugares lejanos.


Lo más probable es que detrás de las estoicas declaraciones del Arzobispo Ezzati y el jesuita Gidi se esconda una pena inmensa al apreciar a su hermano Precht desnudo frente al mundo y manchado por la debilidad humana.  


¿Esta compasión nos debiera extrañar? Creo que no. Todos hemos vivido la experiencia de alguna oveja negra dentro de nuestra familia, que un día cualquiera nos sorprendió con una noticia estremecedora.  Por qué lo hizo.   Qué le pasó.  Él no era así.  Qué mal espíritu lo poseyó.  Son algunas de las preguntas que nos hacemos.  Sin embargo, a este individuo malvado y descarriado no lo hemos abandonado, no lo hemos dejado de apoyar aunque haya cometido el peor de los errores. Para eso está la familia, para eso están los hermanos.


Un segundo hecho que hay que destacar a propósito del caso Precht es su defensa legal.  Un sacerdote ubicado en las antípodas de la ideología política del acusado decidió defender lo que parece indefendible.  El mediático y polémico padre Raúl Hasbún, abogado eclesiástico, tomó el caso en lo que fue un baño de agua fría para los nostálgicos de izquierda y los moralistas extremos de derecha.  ¿Cómo dos enemigos acérrimos se unen, se defienden, entran en sintonía?


La respuesta es sencilla, aunque no tanto para los que no han vivido la experiencia de la fraternidad.  Este es un término que a muchos revoltosos no les sirve, porque les rompe sus esquemas de lucha, odios y rivalidades, desde donde alimentan sus causas.


El padre Raúl Hasbún asume la defensa de su hermano en la fe, un vínculo que supera las luchas políticas y sociales.  Un vínculo que los religiosos siembran, trabajan y atesoran hasta el día de sus muertes.    

Qué importancia tiene para ambos religiosos que uno haya acogido a los perseguidos políticos del régimen militar y el otro haya defendido al gobierno autoritario.  Sencillamente ninguna.  Y no es porque ambos hayan borrado de un plumazo sus historias de vida, sino porque para ellos el vínculo fraterno es infinitamente superior a la simple fidelidad política.