sábado, julio 08, 2006

Dueños de todo: el cemento, la tierra, la alfomfra y el pasto


Mañana es la final de Wimbledon y tal como si Federer y Nadal hubiesen firmado un cotrato que los obligara a jugar todas la grandes finales, el domingo veremos a los dos enfrentarse en el pasto de la catedral del tenis, sólo que detrás de esto no hay ninguna maniobra de la ATP, sino que el talento de los dos magnates del deporte blanco. Sí, porque ellos son dueños del cemento, la tierra, la alfombra y el pasto. Todo lo dominan. Federer con su elegancia y su técnica tradicional; un verdadero libro de tenis corriendo por la cancha. Nadal con su potencia, talento y garra, un fiel representante del tenis moderno e innovador. El suizo tendrá toda la presión, en primer lugar porque debe defender el título de 2005 y jugará en la superficie que más le gusta, pero además porque debe estar cansado de perder frente al español y dejar en duda su N°1. Rafael Nadal, por su parte, sólo puede ganar. Porque aunque sea derrotado lo hará ante el mejor jugador, en su cancha y luego de haberle ganado las cuatro últimas oportunidades. Pero lo que es más importante, aunque Federer se imponga, Nadal podrá lucir orgulloso su final, porque nadie apostaba siquiera que llegaría a la cuarta ronda . Ahora bien, si Rafa logra levantar la copa de Wimbledon, esa sería otra historia. Sería una gerra sin cuartel, sólo para pesos pesados y donde para mi gusto sólo hay dos luchadores en la cancha. Me atrevería a pensar que esa rivalidad superaría a la de Borg-Connors, Lendl-Mcnroe, Becker-Edberg, incluso a la de Sampras-Agassi, sencillamente porque esta nueva dupla es capaz de juegar bien en todas las superficies. De todas maneras voy por Federer, me gusta más ver tenis-técnico que tenis-fuerza. Federer es un verdadero homenaje al tenis, ése que visita la red y que pega el revés con una mano. Sencillamente un privilegio verlo jugar.

No hay comentarios.: